La terapia con células madre es un método de vanguardia para tratar una amplia gama de enfermedades. Pero como se trata de una opción de tratamiento relativamente nueva, circula mucha información errónea al respecto. Sin embargo, los impresionantes avances de la investigación con células madre en las dos últimas décadas han demostrado que muchos de estos “mitos” son injustificados. El hecho es que la terapia con células madre tiene un enorme potencial para el tratamiento de enfermedades graves como la leucemia, la diabetes de tipo I, la enfermedad de Parkinson, las lesiones de médula espinal, la artritis, el cáncer, etc.; incluso es beneficiosa para regenerar la piel quemada.
¿Qué es exactamente la terapia con células madre?
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Las células madre -que se encuentran en todos nuestros cuerpos- son lo que la Clínica Mayo denomina la “materia prima” de nuestra composición celular. Son un tipo único de células que se dividen y crean células nuevas, “especializadas” o “diferenciadas” que asumen las funciones específicas que habían sido realizadas por el tejido dañado o enfermo. Aunque se trata de un proceso científico complejo, el concepto básico es realmente sencillo: Las células madre de un donante se inyectan en el receptor, y esas células empiezan a desempeñar la función de las células originales que ya no funcionan.
Los 5 mitos principales sobre la terapia con células madre
Aunque la terapia con células madre ha ganado popularidad, sigue habiendo muchos mitos sobre su seguridad y eficacia. He aquí algunos de los más comunes:
Mito n.º 1: Todas las células madre se extraen de embriones. Cuando se empezó a utilizar la terapia con células madre, muchas personas, sobre todo en círculos religiosos, estaban preocupadas por la ética médica, ya que todas las células madre se extraían de fetos abortados. Hoy ya no es así: las células donantes pueden extraerse de otras fuentes, como tejidos, grasa o médula ósea de donantes adultos -incluso de los propios pacientes-, de modo que no es necesario recurrir al tejido embrionario. A la luz de estos conocimientos, muchas organizaciones religiosas, incluida la Iglesia Católica Romana, han revisado sus posturas en consecuencia.
Mito n.º 2: La terapia con células madre “cura” enfermedades. Aunque se consideran una forma revolucionaria de tratamiento regenerativo, la función de la terapia con células madre es controlar, ralentizar o minimizar la progresión de las enfermedades. El hecho es que aún no existe cura para muchas de las enfermedades que trata la terapia con células madre, por lo que no cabe esperar que sea una cura milagrosa. Sin embargo, puede ser tan eficaz como los tratamientos convencionales y permite a los receptores llevar una vida mejor y de mayor calidad con menos dolor e inconvenientes.
Mito n.º 3: La terapia con células madre es peligrosa. Todos los procedimientos médicos conllevan un cierto riesgo, pero la terapia con células madre presenta comparativamente pocas amenazas. Es uno de los tratamientos menos invasivos que existen, no requiere anestesia general (se realiza bajo sedación suave) y el riesgo de que el organismo rechace las nuevas células es muy bajo, sobre todo si el paciente es el donante. Las inyecciones de células madre se realizan en la consulta del médico y suelen durar sólo 2-3 horas. La queja más común tras el procedimiento es un ligero dolor en el lugar de la inyección, como el que se experimenta después de cualquier inyección.
Mito n.º 4: Las inyecciones de células madre son inasequibles. Si bien es cierto que las compañías de seguros de EE. UU. aún no cubren la terapia con células madre, también es cierto que los gastos de bolsillo pueden ser significativamente más bajos en otros países. Esto es cierto en México, donde profesionales médicos altamente cualificados, muchos de ellos formados en facultades de medicina de Estados Unidos, pueden realizar procedimientos con células madre con la misma eficacia y seguridad que en cualquier otro lugar, y a un coste menor. Teniendo en cuenta el aumento de los gastos de bolsillo de otros tratamientos, incluso los que están cubiertos por el seguro, la terapia con células madre puede no ser tan prohibitiva como usted podría pensar.
Mito n.º 5: La terapia con células madre es ilegal. Aunque los organismos reguladores de los Estados Unidos han tardado en aprobar determinados procedimientos con células madre, otros, como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de México, autorizan a médicos cualificados a realizarlos. También es importante recordar que los procedimientos con células madre se realizan en condiciones sanitarias y de seguridad estrictas y reguladas que garantizan la protección del paciente frente a complicaciones como infecciones secundarias. Está muy lejos de la imagen de cirugía de contrabando “por la puerta de atrás” que pueden evocar algunos de los mitos que circulan.
Te lo debes a ti mismo
Si padece una enfermedad grave o debilitante, debe considerar todas las alternativas, ¿verdad? Así que no pase por alto los beneficios potenciales que la ciencia de las células madre puede aportar a su vida.
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