Hace varios años, las terapias celulares y medicina de regeneración celular se veía como una promesa difícil de alcanzar. En la actualidad, la terapia con células madre permite brindar tratamiento a enfermedades que la medicina convencional se enfrenta a retos y limitaciones.
Cáncer, diabetes, alopecia, artritis, lupus, Alzheimer, síndrome de Sjögren… son solo algunas de las patologías en las que se ha comprobado la eficacia del tratamiento con células madre. Gran parte de la eficacia de este tratamiento depende del tipo de trasplante, los cuales pueden ser autólogo y alogénico.
En este nuevo post para el blog de ProgenCell te contaremos las características y diferencias de los trasplantes autólogos y alogénicos para ayudarte a conocerlos y resolver posibles dudas.
¿Qué son los trasplantes autólogos de células madre?
Tabla de Contenidos
La palabra autólogo significa que proviene del propio cuerpo del paciente. Por ende, la terapia autóloga (también llamada autotrasplante) consiste en la extracción y transfusión de células madre del paciente. Estas se obtienen de la médula ósea o sangre periférica, se extraen y almacenan hasta que se vayan a utilizar para hacer el trasplante, proceso en que las células madre almacenadas regresan a la sangre del paciente.
El uso de células madre autólogas disminuye significativamente los riesgos de reacciones inmunológicas de rechazo, así como reacciones en las que el sistema inmunitario ataca las células trasplantadas y causa procesos inflamatorios como dermatitis.
Los trasplantes autólogos se utilizan para tratar muchos padecimientos, especialmente leucemias, cáncer testicular, neuroblastoma, mieloma múltiple, entre otros.
Proceso de tratamiento de las células madre autólogas
La extracción de células madre autólogas es un proceso ambulatorio en el que se inyecta una sustancia llamado factor estimulante de colonias de granulocitos, o GCSF, que estimula a las células madre para que se liberen de la médula ósea al torrente sanguíneo. Mediante análisis de sangre se puede determinar la cantidad de células en el torrente sanguíneo, y cuando la cantidad sea alta, se extrae sangre con un catéter intravenoso.
Una vez extraída, la sangre pasa por una máquina de aféresis para separar las células madre y congelarlas o, mejor dicho, criopreservarlas durante varios meses antes de que se vaya a realizar el trasplante.
Sin embargo, algunas clínicas usan células madre autólogas frescas, es decir, que pasan por un periodo muy breve de criopreservación para mantener todas sus características.
Dentro de las muchas ventajas de las células madre autólogas se encuentra su potencial para diferenciarse en muchos tipos de células para la regeneración de tejidos, células como neuronas, e incluso en la reparación de órganos. Y lo mejor es que estas células tienen más posibilidades de persistir en el torrente sanguíneo del paciente durante meses o incluso años, y seguirán provocando respuestas a largo plazo.
Por otro lado, en algunos casos no es necesario deprimir el organismo del paciente mediante quimioterapia o radioterapia, lo que sin duda es una ventaja muy importante.
¿Qué son los trasplantes alogénicos de células madre?
La palabra alogénico significa tomado de otro individuo de la misma especie. Es decir, el trasplante alogénico (también llamado alotrasplante) consiste en el uso de células madre de otra persona, denominada donante.
En este caso, el paciente debe recibir quimioterapia y, en ocasiones, radioterapia para preparar su organismo para recibir las células sanas del donante.
Si bien los trasplantes alogénicos conllevan el riesgo de infecciones o de rechazo por parte del sistema inmunitario, esta misma característica se usa como beneficio. Es decir, las células madre estimulan al sistema inmunitario para trabajar y destruir las células malignas que se encuentran en el organismo. Por esta razón, el alotrasplante se usa en diferentes tipos de cáncer.
En general, el trasplante alogénico de células madre se recomienda para tratar cáncer de mama metastásico, linfomas de células B, foliculares e indolentes, lesiones neoplásicas, entre otras patologías. El alotrasplante se usa especialmente en el tratamiento contra tumores ya que las células madre ayudan a combatir las células cancerosas.
Ahora bien, para obtener resultados positivos con el alotrasplante se requiere un donante con células muy compatibles con las del receptor. Es decir, el donante puede ser un familiar cercano, como un padre, un hermano o un hijo.
Los trasplantes alogénicos son considerados como más atractivos porque las células madre provienen de donantes sanos, sin embargo, el desafío del rechazo inmunológico debe considerarse para prevenir una posible pérdida de beneficios y efectividad.
¿Cuál es la mejor opción para mí?
La realidad es que tanto el alotrasplante como el trasplante autólogo de células madre tienen sus ventajas y posibles inconvenientes. Esto depende principalmente del estado de salud del paciente y de si es necesaria la inmunosupresión. Sin embargo, la recomendación es que te pongas en manos de especialistas en medicina regenerativa para recibir el tratamiento indicado para tu condición.
En ProgenCell somos una clínica certificada y autorizada por la COFEPRIS para el tratamiento con células madre. Contamos con médicos con especialidades en medicina regenerativa, terapia celular, entre otras, para brindarte la atención de calidad que te mereces.
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